Como podemos ver en Distrowatch, al día de hoy hay una gran cantidad de excelentes distribuciones Linux. Ese hecho permite que haya una opción para cada usuario. Sin embargo, también introduce una dificultad para los desarrolladores de software. En este post explicaremos en qué consiste esa dificultad y de qué manera el Linux Standard Base permite encararlo.
El Linux Standard Base
Para empezar, recordemos que cada distribución provee librerías, aplicaciones, herramientas, y archivos de configuración. Los mismos pueden llegar a cambiar de nombre y de ubicación de una distribución a otra. Sin ir más lejos, el paquete que provee Apache en CentOS se llama httpd mientras que en Debian es apache2. Otro ejemplo es el lugar donde se encuentran los archivos de configuración de las interfaces de red. Mientras que en Debian y derivados esto se hace en el archivo /etc/network/interfaces, en distribuciones basadas en Fedora lo haríamos en archivos individuales dentro del directorio /etc/sysconfig/network-scripts.
Para intentar resolver este problema, se inició un nuevo proyecto llamado el Linux Standard Base. El mismo tiene el propósito de establecer la base a cumplir a fin de que una aplicación desarrollada para una en particular funcione sin problemas en otra. En la jerga técnica, se dice que una aplicación que cumple esta condición es portable.
Lista de productos certificados
La entidad responsable del LSB es ni más ni menos que la Linux Foundation. Desde la primer versión de la especificación (mediados de 2001) ha habido varias actualizaciones, siendo la última en junio de 2015. Para ver la lista de productos que actualmente cumplen con el LSB podemos utilizar este link. Se nos pedirá que ingresemos con nuestro usuario y contraseña de la LF, los mismos que debemos emplear para registrarnos para los exámenes LFCS y LFCE.
Para más información sobre el LSB se puede consultar el sitio web oficial.