Debian es una de las distribuciones con más trayectoria en el ecosistema Linux. Con casi 25 años de vida, este sistema operativo es una garantía de solidez. Además, con alrededor de 51.000 paquetes disponibles en los repositorios, es difícil imaginarse algo que no podamos hacer con Debian. Por eso es difícil entender, a priori, por qué el proyecto GNU no avala a Debian. En este post hablaremos sobre las razones detrás de esa decisión.
El proyecto GNU y Debian
En su sitio web, el proyecto GNU explica que hay dos razones principales por las que se decide no avalar una distribución en particular. Esto sucede cuando a) dicha distribución no adopta alguna política para incluir únicamente software libre, ni para eliminar el software que no sea libre cuando se detecta. En el caso de Debian, uno de los repositorios oficiales (non-free) contiene software que no cumple con las 4 libertades. Además, existe otro (contrib) que contiene paquetes necesarios para instalar programas privativos que se distribuye por separado (software de terceros). Por otro lado, b) desde hace varias versiones, Debian ha utilizado kernels que contienen software compilado que no incluye el código fuente. Generalmente esto se limita a firmware para hacer funcionar algún dispositivo en particular.
A pesar de que la instalación por defecto de Debian solamente incluye software libre que cumple con el contrato social de Debian, también provee la posibilidad de agregar repositorios que contienen software que no lo hace. Uno de los ejemplos es el Adobe Flash Player.
A pesar de esto, Debian continuará siendo un ícono en el mundo Linux – de eso podemos estar seguros. De todas formas, es bueno estar informados sobre las políticas del proyecto GNU. Para ver una lista de las distribuciones avaladas, podemos recurrir a este enlace.
Espero que este post les haya resultado útil. ¡Nos leemos en breve!
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