La eterna lucha entre el software libre y el propietario

Como les comentara en un post anterior, mi llegada al mundo del software libre fue por accidente, casi a la fuerza.

Por aquel entonces era usuario y administrador exclusivamente de sistemas operativos de Microsoft. He utilizado desde la version 3.0 de Microsoft Windows, pasando por las memorables Microsoft Windows NT 4, Microsoft Windows 2000 y las vergonzozas Microsoft Windows Millenium y Microsoft Windows Vista,  hasta la actual Microsoft Windows 10, ya que en la organización donde desempeño mis funciones aún tenemos software propietario (aunque cada vez menos debo aclarar con mucho orgullo).

Hasta este momento de quiebre, era uno más de los que, sacando pecho en nombre de «LAS EMPRESAS DETRÁS DEL SOFTWARE», argumentaba la falta de confianza y seguridad del software libre. Me río mientras escribo estas líneas recordando cuando le discutía a un colega las bondades (?) de mis «servidores Microsoft» contra las debilidades (!) de los suyos bajo GNU/Linux (Slackware si mal no recuerdo).

Recuerdo que uno de los argumentos que defendía era que el fabricante me daba soporte técnico, que tenía el respaldo de una corporación que iba a ayudarme si tenía algún inconveniente o necesidad… en fin algo que seguramente Uds. ya han de conocer independientemente de que lado se encuentren.

Nunca olvidaré cuando en una presentación de una linea de servidores de Hewlett Packard, charlando en el coffee break con otro sysadmin, ferviente defensor del software libre (fanático), y manteniendo la típica discusión libre vs propietario, éste buen hombre me dice «¿cuanto paga tu empresa por ese soporte y que tiempos de respuesta tenés?. Atónito, titubeante y evasivo le digo que el costo lo ignoro pero que mis tiempos de respuesta eran dentro de las 24 hs., a lo que me responde algo que disparó mi primera alarma; «mis tiempos son casi inmediatos y gratuitos». Fin de la discusión, continúa la presentación, saludo «hasta la próxima» sin ningún intercambio de tarjetas.

Los años pasaron y hoy me encuentro parado en la otra vereda, la del software libre y evangelizando si se me permite el término a los usuarios que están del lado oscuro.

Las vueltas de la vida me llevaron a que hoy día esté al frente del área de software de base en una importante empresa y que mis sysadmin me hagan este planteo (entre otros tantos) que otrora yo enarbolara. Casi con ternura les explico que están equivocados, que no todo es blanco o negro. Que de acuerdo a la necesidad ha de evaluarse lo que mejor se adapte, y siempre el software libre tiene una alternativa.

De acuerdo a las características de cada organización se podrán migrar o no todos los sistemas hacia el software libre. Y cuando digo características no necesariamente tiene que ver con las posibilidades del software libre en brindar los mismos servicios (e incluso mejores) que el software propietario. Muchas veces (o casi siempre) la limitación es política, ya que implica en muchos casos una reingeniería de los sistemas de producción y capacitación del personal.

A simple vista para la cúpula de la organización esto implica un alto riesgo, es un cambio, un cambio radical.

La falta de experiencia y mas que nada el desconocimiento del software libre y los viejos conceptos de los «inicios del linux», donde es una pantalla negra con letritas blancas, hacen que ese click sea muy dificil de lograr.

No voy a hablarles (hoy al menos) de la experiencia de cambio de un usuario netamente Windows que cambio de la noche a la mañana a Linux. Solamente comentaré que hoy en día Linux ha superado – a mi humilde entender – al mundo Windows en muchos planos.

Al instalar Linux en tu computadora personal, vas a encontrarte que, en el 80% de los casos (y me quedo corto) no vas a tener que instalar un driver para esa impresora que estas utilizando, o para tu placa de red (algún día les contaré como con Linux se pueden identificar componentes de hardware que Windows te marca como «desconocido»), o de sonido. También te vas a encontrar – dependiendo de la distribución – con un repositorio IMPRESIONANTE de software para LO QUE SE TE OCURRA y totalmente GRATIS. Desde herramientas de oficina como LibreOffice, hasta edición de video como Kdenlive o de fotografías como Darktable y/o Gimp, diseño editorial con Scribus o edición de PDF con Master PDF Editor, y la lista sigue…

Mucha gente me ha preguntado ¿como hace «el software libre» para sobrevivir, si es libre?. Simple… existen servicios empresariales de soporte premium donde el producto es gratuito y ofrecen soporte especializado. Esto no quiere decir que si NO se contrata ese soporte no vamos a tener posibilidad alguna de enfrentar inconvenientes sin estos servicios (¿recuerdan lo que me dijo mi ex colega sobre los costos de soporte?) ya que existen los foros de usuarios donde se intercambian experiencias, soluciones, problemas… y créanme que muy rara vez ocurre que NO se encuentra la solución al inconveniente.

Para ir cerrando el post y no aburrirlos, tengan la certeza de que absolutamente TODO puede ser migrado a software libre. Obviamente implica distintos tipos de cambios, pero insisto hasta el cansancio… TODAS LAS NECESIDADES DE UNA ORGANIZACION INDEPENDIENTEMENTE DEL FOCO DE SU NEGOCIO PUEDEN SER CUBIERTAS CON SOFTWARE LIBRE. Solo a los efectos de demostrar esta afirmación, les dejo el link a esta nota de Techradar, donde Rusia considera cambiarse a Linux.

Ya para despedirme, me tomo la libertad de dejarles una reflexión; dicen que para evitar situaciones desagradables, hay que evitar discutir de religión y de política; me atrevo a sumar software libre vs propietario.. con la diferencia que, en el último de los casos, es simple ver quien está equivocado 🙂

Hasta la próxima !

Eduardo

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