Como decían Charly García y Nito Mestre (Sui Generis) hace más de 40 años en el álbum “Confesiones de invierno”: Lunes otra vez, sobre la ciudad. Al llegar a la oficina, por un momento me acuerdo de esa canción y la tarareo mientras enciendo mi laptop. No soy cantante (no tengo la voz ni el talento de esos genios de inicios del rock argentino), sino administrador de sistemas Linux. Pero disfruto del trabajo por las oportunidades de aprender, de crear, y los desafíos que brinda a diario. Sin precisamente “agrandarme”, encaro el día con confianza por dos razones: 1) me formé en Carrera Linux Argentina (CLA), y 2) eso me asegura soporte de los instructores inclusive después de finalizados los cursos. Dejame que te cuente cómo comienza la semana y cómo sigue en el día a día.
Comienza la semana
Es importante destacar que las tareas de un administrador de sistemas pueden variar de empresa a empresa. El orden de mis actividades al comenzar la semana está dado por
1) el valor de la información que maneja la compañía,
2) la integridad y seguridad de nuestros servidores,
3) el SLA (Service-Level Agreement) con nuestros clientes, y
4) automatizar tareas y mejorarlas.
Vamos por partes, como dijo Jack.
El valor de la información
No me ha pasado, y espero que no me pase nunca: necesitar un archivo de una unidad de red, y encontrarme con que no está, ni tampoco en el último backup. Gracias a lo que aprendí en el curso de Bacula, la valiosa información que manejamos en la empresa está siempre a buen recaudo. ¡Nuestros backups marchan como un relojito!
Integridad y seguridad de servidores
Cada tanto vemos en las noticias que surgió un nuevo ataque informático que aprovecha la vulnerabilidad A del servicio B o de cierto programa C. También lidiamos con gente maliciosa del exterior que trata de acceder a los sistemas de cualquier empresa que haya dejado la puerta del firewall un poquito abierta. Estos desafíos son casi una constante, y parecería que los atacantes están cada vez más ingeniosos. Pero ¡que no panda el cúnico! El curso Ethical Hacking Expert nos enseñó cómo combatirlos a capa y espada, y en el Debian Linux System Engineer aprendimos cómo valernos de los logs del sistema para detectar actividades potencialmente peligrosas.
SLA
Cuando uno hace un acuerdo con un cliente, tiene que respetarlo. De otra forma, buscará otra empresa para que haga nuestro trabajo. Para monitorear los servicios y los servidores de un cliente, utilizamos algún NMS (Network Management System). Por ejemplo, podemos usar Nagios, Zabbix, o JFFNMS. Esto nos permite monitorear y responder rápidamente ante cualquier eventualidad. Por suerte, a veces le ganamos al cliente antes de que ponga un ticket. Este es otro tema que se trata en el Debian Linux System Engineer.
Automatizar tareas
Cada cosita que veo que me ocupa repetidamente, trato de automatizarla. Sea lo que sea. Desde preparar un reporte de producción para el gerente (que le llegue por correo todos los días sin falta) hasta analizar los logs de servidores web, si hay algo que requiere atención de manera periódica, ¡hay que automatizar! Para eso, en el curso TLSAX aprendí los fundamentos del desarrollo de scripts de la shell, lo que me ha permitido salir del paso en muchísimas oportunidades.
Los imprevistos
La experiencia me ha enseñado que por más precavido que uno sea, siempre existirán los imprevistos. Estas situaciones a menudo son el sabor del oficio. ¿Qué hacemos cuando algo nos supera? Acá entra en juego el valor agregado de la propuesta de CLA: el poder disponer de la experiencia y la atención de los instructores. A eso se suma la buena onda y la profesionalidad que los caracteriza: siempre están dispuestos a dar una mano. Desde que comienza la semana hasta el finde, eso es lo que hacemos.
Y eso es todo, amigos…