Repositorios en Linux: descripción

En Linux disponemos de una cantidad inmensa de programas para instalar a fin de llevar a cabo un sinfín de tareas diferentes, tanto en e escritorio como desde la línea de comandos. Por razones prácticas, no todos ellos son incluidos en la instalación inicial de una distribución, pero pueden ser instalados luego cuando los necesitemos. En este post comenzaremos a explicar qué son los repositorios en Linux a fin de disponer de una gran variedad de programas para nuestras necesidades.

Repositorios en Linux

En términos simples, un repositorio en Linux (también llamado origen de software) es una colección de programas compatible con una distribución dada. Un repositorio puede residir en un servidor remoto o en un (o varios) dispositivos de almacenamiento.

Todas las distribuciones mantienen sus propios repositorios oficiales, y además dispone de otros que son mantenidos por la comunidad o usuarios particulares (en este último caso generalmente se trata de repositorios que contienen algunos pocos paquetes). Además, a menudo los repositorios se clasifican de acuerdo al tipo de software que contienen.

Aunque cada distribución difiere un poco de las otras en la forma en que maneja sus repositorios, el principio de funcionamiento es el mismo:

  1. Se configuran los repositorios en los que desea buscar software para su equipo.
  2. Luego, algunas distribuciones (como Debian o Ubuntu) requieren que se actualice la lista de paquetes disponibles antes de poder instalar algún programa de los nuevos repositorios configurados. En otras distribuciones (como Fedora o CentOS) no es necesario realizar este paso.
  3. Se utiliza el gestor de paquetes de cada distribución para buscar información sobre un paquete dado o directamente para instalarlo.

En el próximo post explicaremos cómo agregar repositorios a un sistema Linux mediante la línea de comandos y mostraremos la manera de buscar paquetes en los mismos. Una vez que hayamos encontrado el programa que necesitemos, podremos ver información detallada sobre el mismo (descripción del funcionamiento, versión disponible, sitio web oficinal, datos de contacto del responsable, etc) y luego instalarlo. ¡Nos leemos en breve!

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«El software libre es bueno para mí. Lo adoptaré plenamente.»